Desarrollo sostenible

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La expresión "desarrollo sostenible" se utiliza con preferencia a "desarrollo sustentable", aunque es posible encontrar una u otra con semejante significado.

Algunos, sin embargo ponen de manifiesto que del término inglés sustainable development nació la confusión entre los términos «desarrollo sostenible» y «desarrollo sustentable». La diferencia sería sustantiva ya que «desarrollo sostenible» implica un proceso en el tiempo y espacio y va de la mano de la eficiencia, lo cual le permite además ser eficaz. Mientras que el «desarrollo sustentable» implica una finalidad (aquí/ahora) y va de la mano de la eficacia, pero no necesariamente de la eficiencia. Por tanto, un verdadero desarrollo sostenible implica por añadidura sustentabilidad, pero la sustentabilidad no implica necesariamente sostenibilidad[1].

Definición[editar | editar código]

De forma instintiva cuando se piensa en el término “sostenible” es posible imaginar algo que se puede conservar o sostener. La Real Academia Española (RAE) en una de las acepciones de desarrollo, dice: "Especialmente en ecología y economía, que se puede mantener durante largo tiempo sin agotar los recursos o causar grave daño al medio ambiente"[2].

desarrollo sostenible
Infografía del desarrollo sostenible

Sin embargo, existe una segunda acepción que hace referencia a la perdurabilidad de los recursos, lo cual es una de las bases del denominado “desarrollo sostenible”. En el Informe titulado «Nuestro futuro común» de 1987 de la Comisión Mundial sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo se define el desarrollo sostenible como la satisfacción de las necesidades de la generación presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades[3].

Un ejemplo, frecuentemente utilizado es que el cortar árboles de un bosque asegurando la repoblación es una actividad sostenible. Por el contrario, consumir petróleo no es sostenible con los conocimientos actuales, ya que no se conoce ningún sistema para crear petróleo a partir de la biomasa. Hay que ser conscientes que una buena parte de las actividades humanas no son sostenibles a medio y largo plazo tal y como hoy está planteado[4].

El desarrollo sostenible ha emergido como el principio rector para el desarrollo mundial a largo plazo. Consta de tres pilares que el desarrollo sostenible trata de mantener de manera equilibrada: el desarrollo económico, el desarrollo social y la protección del medio ambiente[3].

  • Sostenibilidad económica

En el plano económico se fomenta la idea de que el crecimiento económico se produzca de forma coherente con los recursos naturales, sin sobrecargar las capacidades de la naturaleza. Además, busca una inversión y reparto de los recursos económicos de una manera equitativa, eliminando la pobreza e impulsando la igualdad.

  • Sostenibilidad social

En este ámbito el objetivo es implantar la idea de igualdad donde cada ciudadano sea capaz de acceder a una buena calidad de vida. Para ello se pueden promocionar políticas de educación y salud, concienciar a la población para que participe en los procesos empleados en el desarrollo sostenible de los recursos de las ciudades y países en los que habitan o emplear políticas que impulsen la paz.

  • Sostenibilidad ambiental

La idea básica es que los recursos que ofrece la naturaleza no son inagotables, por lo que debe ser un bien que ha de protegerse y racionarse. Algunos ejemplos de medidas que se pueden tomar para conseguirlo son el uso de políticas de agricultura sostenible y desarrollo rural, empleo de energías renovables, ahorro de agua, reciclaje, el control de la deforestación o una movilidad sostenible[5].

Todo esto hace que la expresión "desarrollo sostenible" sea un paraguas que acoge un gran número de cuestiones y problemas que van desde el reparto del agua, a la huella de carbono; desde la distinción entre índice de desarrollo humano (IDH) e índice del desarrollo económico, a los acuerdos sobre las autoridades competentes para el control del desarrollo, o temas como el recurso del agua, el clima, etc. Por ello se está ante un campo de estudio que no tiene unos límites claros, y en el que continuamente surgen estudios en los diverso ámbitos de la sostenibilidad[6].

A esta amplitud e indefinición hay que añadir que el tema ha sido tratado no sólo en ámbitos científicos sino que ha tenido un gran desarrollo promovido por intereses políticos y de diversos grupos ideológicos. De modo especial hay que mencionar diversos organismos de la ONU, y algunas ONG con un estatuto especial dentro de la ONU. Por ello con ocasión de las diversas Conferencias referidas a la población se han introducido temas como: el aborto, los derechos reproductivos, el género, la perspectiva de género, la eutanasia, el control de la población, los anticonceptivos, los modelos de familia, etc.

Aspectos antropológicos y éticos[editar | editar código]

Desde el punto de vista de la Bioética, son también numerosas las cuestiones que surgen al tratar los diversos aspectos del desarrollo sostenible. Una forma de abordarlas es hacer un recorrido histórico en la evolución del concepto "desarrollo sostenible" y su aplicación en el entorno del concepto "población" donde se podrán apreciar bastantes de las cuestiones antropológicas y éticas que están en juego.

Antecedentes[editar | editar código]

A lo largo del siglo XIX se llevan a cabo algunos congresos internacionales de estadísticos que intentaban la unificación de criterios, definiciones y metodologías con los que “cuantificar”  los recursos y actividades de los Estados (incluida su población)[7].

No será hasta bien entrado el siglo XX cuando se emprendan conferencias internacionales de auténtica relevancia, y no en función del desarrollo científico de la disciplina sino de la mano de ideologías muy sesgadas desde el punto de vista político, pero con los apoyos económicos e institucionales imprescindibles para extender sus propios idearios.

Inicialmente se trató de congresos pretendidamente “científicos” (los asistentes podían considerarse técnicos o estudiosos relativamente independientes de la política oficial de sus países). Tras la ruptura de la II Guerra Mundial, la ONU empezó a amparar las conferencias, y sus contenidos fueron cargándose de “oficialidad”. La primera Conferencia sobre población auspiciada por Naciones Unidas, reunió en Roma en septiembre de 1954 a científicos y expertos de 80 países[8].

Precedentes a las Conferencias de Población[editar | editar código]

  • Dos importantes antecedentes al concepto de desarrollo sostenible: en 1968 se crea el llamado Club de Roma, integrado por destacados científicos, políticos, empresarios y economistas, promotores de un crecimiento económico más estable y equilibrado para todos los países. Este grupo presenta en 1971 su primer informe, titulado “Los límites del crecimiento[9], elaborado por un grupo de científicos del Instituto Tecnológico de Massachusetts encabezados por el Dr. D. H. Meadows. "Si el actual índice de crecimiento de la población mundial, de la industrialización, de la polución, de la producción alimentaria, y el agotamiento de los recursos permanece invariable, en los próximos cien años se alcanzará el límite del crecimiento del planeta"[10]. Se empieza a hablar de la necesidad de controlar la población. El texto del informe se convertiría en toda una referencia a finales de ese mismo año cuando tomó forma la Declaración de Estocolmo, un acuerdo que nacía tras la Conferencia de Naciones Unidas sobre el Medio Humano[11].
  • El otro evento significativo, fue la Conferencia de Naciones Unidas sobre el Medio Humano, celebrada en Estocolmo en junio de 1972. Es considerada como el inicio del movimiento medio ambientalista mundial. La Declaración de Estocolmo[12] proclamó que la humanidad es tanto obra como artífice del medio que la rodea, el cual le brinda el sustento material y la oportunidad para lograr su crecimiento intelectual, moral, social y espiritual. Tanto el medio natural como el creado por el hombre mismo, son esenciales para su bienestar y el goce de los derechos humanos fundamentales, como el derecho a la vida[6]. Defiende el intercambio de recursos entre los países para cuidar el medio ambiente, el control demográfico para disminuir o aumentar la población, y la educación para la mejora del medio ambiente. Desaparece el término padres, y se habla del derecho de las parejas e individuos a decidir sobre el número de hijos, y a la información y los medios para lograrlo.

Las Conferencias Internacionales de Población[editar | editar código]

  • 1973: Durante 1973, las Naciones Unidas anunciaron la Conferencia de Bucarest, como culminación del “Año Mundial de la Población 1974”. La primera Conferencia Internacional de Población se considera la de Bucarest (1974), que en realidad era la tercera sobre población. En esta se dio el salto definitivo hacia una Conferencia de delegaciones gubernamentales, con lo que la politización acabó siendo absoluta y las cuestiones científicas y metodológicas quedaron relegadas a otro tipo de reuniones internacionales[7].
  • 1973: Rockefeller se dirigió a los delegados de la Conferencia, en un discurso donde afirmó que la “planificación de la población ha de ser una parte fundamental de cualquier programa de desarrollo moderno, tal como lo reconocen y aceptan los líderes de las naciones”[13]. El Plan de Acción Mundial que fue aprobado por la Conferencia, se centraba notablemente en todas las cuestiones demográficas mediante el control de la población, promovía la presencia en la educación y en la cultura de la mujer, y aunque había una defensa de la familia, también incidía en diversos métodos de planificación familiar, mediante la educación y las políticas sanitarias de cada país.
  • 1984: Conferencia Internacional de Población, México, 1984: aprobó recomendaciones concretas para la planificación familiar, e introdujo la idea de hacer participar a los adolescentes[14]. Crece de forma importante la presencia e influencia de las ONG para la decisión y aplicación de las medidas prácticas.
  • 1994: La Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo (CIPD) desarrollada en el Cairo, 5 a 13 de Septiembre de 1994[15], supuso la internacionalización de varios conceptos: salud reproductiva, salud sexual, derechos reproductivos, con nuevos significados. Junto a los evidentes de salud, se incluían los de control de población, la admisión de cualquier comportamiento sexual como igualmente válido, el de sexo seguro y maternidad segura entre los que se incluyó el aborto, el acceso de los adolescentes a los medios anticonceptivos sin conocimiento paterno[16] [17] .
  • Tras décadas de gran centralidad política, la demografía pierde interés en las geoestrategias políticas de las grandes potencias coincidiendo con el fin de la guerra fría y la descomposición de la URSS, y tras la última conferencia realizada en el Cairo en 1994 se apaga considerablemente su intensa ideologización y pierde fuerza como tema en los grandes foros internacionales sobre desarrollo o medio ambiente. De hecho, la periodicidad decenal que más o menos se mantenía hasta El Cairo ha desaparecido, y desde entonces no se ha vuelto a convocar ninguna[7].

Otro camino paralelo[editar | editar código]

  • 1974: Informe Kissinger. En su carácter de secretario de estado del gobierno norteamericano, Henry Kissinguer tras la Conferencia de Bucarest suscribió el 24 de abril de 1974, el documento titulado Memorandum de Estudio para la Seguridad Nacional nº 200 (NSSM 200) – “Implicaciones del Crecimiento Poblacional Mundial para la Seguridad de Estados Unidos e Intereses de Ultramar”. El Informe Kissinger recomendaba al Ejecutivo del gobierno de Richard Nixon declarar de máxima prioridad el control de natalidad en 13 países. Brasil aparecía en primer lugar; los otros países eran India, Bangladesh, Paquistaní, Nigeria, México, Indonesia, Filipinas, Tailandia, Egipto, Turquía, Etiopía y Colombia. Se alegaba que la “explosión” demográfica era una “amenaza” para la seguridad de de los EE.UU. Entre otras cosas, recomendaba a las agencias del gobierno de EE.UU. no usar el término “control de la natalidad” para no asustar a los políticos, sino expresiones como “planificación familiar” o “paternidad responsable”. El objetivo era garantizar el acceso de los EE.UU. a las materias primas de esos países, minimizando el consumo interno en ellos[18].
  • 1987: La Comisión Mundial sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo fue creada en virtud de la resolución 38/161 de la Asamblea General, aprobada por el 38° periodo de sesiones de las Naciones Unidas en otoño de 1983[19]. Esta Comisión también recibe el nombre de Comisión Brundtland, por su presidenta: Gro Harlem Brundtland. En 1987 elabora un informe: Nuestro futuro común, conocido también como el Informe Brundtland[19], que es transmitido a la Asamblea General, y aprobado. En él se utiliza por primera vez la expresión desarrollo sostenible[3]. Este informe subrayó a la pobreza de los países del sur y al consumismo extremo de los países del norte como las causas fundamentales de la insostenibilidad del desarrollo y la crisis ambiental. La Comisión recomendó la convocatoria de una conferencia sobre estos temas.
  • 1992: Conferencia de las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo, conocida como Cumbre de la Tierra de Río, junio de 1992. Se considera sucesora de la Conferencia sobre Medio Humano de 1972, en Estocolmo. Recoge el concepto de desarrollo sostenible del Informe Brundtland y lo redefine: Los seres humanos constituyen el centro de las preocupaciones relacionadas con el desarrollo sostenible. Tienen derecho a una vida saludable y productiva en armonía con la naturaleza. », (Principio 1) « Para alcanzar el desarrollo sostenible, la protección del medio ambiente debe ser parte del proceso de desarrollo y no puede ser considerado por separado ». (Principio 4). Esta cumbre aprobó la Declaración de Rio sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo[20] y el Programa 21[21], que se estructura en 40 capítulos y más de 300 páginas, cuyo objeto es promover el Desarrollo Sostenible. En este programa con ocasión de las medidas anti pobreza se plantean acciones de control de población mediante salud reproductiva y paternidad responsable y se refieren los roles reproductivos de la mujer. Otros documentos aprobados son: Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, la Declaración de Principios relativos a los Bosques, y el Convenio sobre la Diversidad Biológica. También crea la Comisión para el Desarrollo Sostenible[22].
  • Cinco años más tarde tuvo lugar la Cumbre Río+5 en New York, y diez años después la de Johannesburgo en 2002. En 2012 se realizó la Cumbre de la Tierra Río+20 -llamada oficialmente Conferencia de Naciones Unidas sobre Desarrollo Sustentable- en Río de Janeiro, Brasil[23].
  • El 25 de septiembre de 2015, la Asamblea General de la ONU adoptó la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, un plan de acción a favor de las personas, el planeta y la prosperidad, que también tiene la intención de fortalecer la paz universal y el acceso a la justicia. La Agenda plantea 17 Objetivos con 169 metas de carácter integrado e indivisible que abarcan las esferas económica, social y ambiental. Además de poner fin a la pobreza en el mundo, los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) incluyen, entre otros puntos, erradicar el hambre y lograr la seguridad alimentaria; garantizar una vida sana y una educación de calidad; lograr la igualdad de género; asegurar el acceso al agua y la energía; promover el crecimiento económico sostenido; adoptar medidas urgentes contra el cambio climático; promover la paz y facilitar el acceso a la justicia[24].
17 objetivos de la Agenda 2030

Empresas sostenibles y consumidores náufragos[editar | editar código]

Cuando todas las empresas introducen el “eco” o el green en su propuesta, el mapa de las elecciones sostenibles se difumina. Los consumidores que buscan valores y autenticidad en las marcas pueden sentirse perdidos. Aunque desde distinto ángulo, comparten preocupación con los publicistas. Thomas Minc, responsable de estrategia de Havas Media Group, lo explica así: “La sostenibilidad tiene un gran papel a la hora de diferenciarse. Pero con demasiada frecuencia ocupa un papel secundario (...). Se utiliza una buena causa para mejorar la propia imagen, pero ese propósito no arraiga en la cultura de la marca”. Esta falta de coherencia ha sido criticada como greenwashing. Sin embargo, ¿es posible distinguir entre ecopostureo y responsabilidad? ¿Hablar de medioambiente es lo que “se lleva”?

El aceite usado de McDonald’s ha sido reutilizado como resina para impresión 3D biodegradable. ¿Una acción de marketing o un avance significativo de la técnica?

La sostenibilidad como tendencia viene ilustrada en un artículo interesante de Belén Kayser. También recoge ejemplos de coherencia, como Patagonia con su eslogan “Don’t buy this jacket” (No compres esta chaqueta, 2011). Este negocio de material deportivo lleva años esforzándose en acompañar su marketing de una cuidada estrategia. En concreto, ofrece información detallada sobre la composición y el proceso de producción de sus prendas. ¡Pero invitar a no comprarlas es insólito! ¿Imaginan un anuncio de ron animando a ser abstemio? En la misma coordenada anticonsumista que mueve la publicidad de Adolfo Domínguez. La campaña “Sé más viejo” fue premiada en 2019. Resulta audaz y originalísimo afirmar que “no todo lo nuevo es necesariamente mejor”. La idea ha dado juego para temporadas sucesivas: “Este abrigo tiene 30 años”, se puede leer en la foto. Como consecuencia, un consejo: “Compra ropa que dure más que las modas. Piensa más. Necesita menos”. Las frases escogidas refuerzan los atributos de su marca: calidad, líneas simples y un cierto minimalismo. Ojalá cuenten algún día cómo repercutió esta idea en su reputación y en sus ventas. “Mojarse” con la sostenibilidad entre quienes necesitan arte para sonar creíbles al hablar de conciencia ambiental, están las grandes vendedoras de dispositivos electrónicos. Pero se atreven, aunque sea en letra pequeña a decir que: “Somos conscientes de que la vida es algo más que tener la última tecnología”, afirma LG. Su reto Smart Green abarca todos los aspectos de la cadena de producción. Cabe destacar un detalle significativo: prometieron a todos sus compradores de móviles recoger en casa su antiguo móvil, para garantizar un reciclaje seguro.

En España, encontrar quienes acrediten sus mensajes “verdes” con acciones concretas no supone gran esfuerzo. La ley sobre información no financiera y diversidad, exigida desde Europa y en vigor desde 2018, facilita los avances en sostenibilidad. Las empresas grandes o consolidadas, así como las entidades de interés público con un número determinado de empleados, están ahora obligadas a informar sobre su impacto socioambiental y sobre las medidas empleadas para mitigarlo.

Un informe de EY sobre el Ibex35 confirma que “el 100% de las empresas analizadas posee medidas de mitigación contra el cambio climático”. Quien no promueve el reciclaje planta árboles, o trabaja para reducir la emisión de gases contaminantes. También existen varias certificaciones y sellos de calidad. Si alguien no anuncia “somos neutros en carbono”, difunde su compromiso de serlo en tres, cinco o veinte años.

¿Qué significa “ser sostenible”?[editar | editar código]

“Ecológico” es un término tomado de la Biología que se refiere al funcionamiento natural de los seres vivos, sin intervención del hombre o de la tecnología. Se ha oído mucho, pero parece ceder el paso a “sostenible”: un concepto más amplio, donde confluyen el respeto al medio ambiente y la viabilidad. “Sostenible” ha pasado de trend a must. Puede que en sí mismo ya no sirva para diferenciarse. Pero hace referencia a un atributo muy interesante: la durabilidad. No es sostenible quien no pervive en el tiempo. Si una compañía mantiene su compromiso con el paso de los años, acabará ganando prestigio. Depende no solo de la audacia de los publicistas sino de cómo manejen los directivos sus cartas de navegación. Los índices de sostenibilidad hablan de su empresa, tanto como los resultados de un balance.

Aspectos éticos[editar | editar código]

La amplitud de temas tratados en estas conferencias y la multiplicidad de objetivos que se plantean así como la diversidad de las acciones que se proponen hace que no sea posible un análisis ético global de ellos.

Por eso para hacer una valoración bioética no basta hablar de desarrollo sostenible, que es una expresión atractiva e interesante. Es necesario atender a las propuestas concretas de los diversos objetivos para poder hacer una valoración ética específica. No tiene el mismo valor ético la propuesta de acceso global al agua, que la que propugna disminuir la población mundial recurriendo al aborto, por ejemplo.

Otras voces[editar | editar código]

Notas[editar | editar código]

  1. Wandemberg, J.C. (15 de agosto de 2015). Sostenible por diseño: desarrollo económico, social y ambiental. CreateSpace. ISBN 978-1517062354. 
  2. Diccionario de la Real Academia Española. «sostenible». Consultado el 20/11/2019. 
  3. 3,0 3,1 3,2 Presidente del 65° período de sesiones. Asamblea General de las Naciones Unidas. «Desarrollo sostenible». 
  4. «¿Qué es el desarrollo sostenible?». Consultado el 21/11/2019. 
  5. Lara Moriana. «Desarrollo sostenible: definición y ejemplos». Consultado el 21 de noviembre de 2019. 
  6. 6,0 6,1 Dr. Carlos Gómez Gutiérrez. Unesco, ed. «III. El desarrollo sostenible: conceptos básicos, alcance y criterios para su evaluación». Consultado el 21 noviembre 2019. 
  7. 7,0 7,1 7,2 «Conferencias Internacionales de Población». 
  8. «Conferencias Internacionales de Población: CONFERENCIAS CIENTÍFICAS: 1927 Ginebra 1935 Berlín 1937 París 1954 Roma (Primera ONU) 1965 Belgrado (Segunda ONU) CONFERENCIAS POLÍTICAS: 1974 Bucarest (Tercera ONU) 1984 Ciudad de México (Cuarta ONU) 1994 Cairo (Quinta ONU)».  https://apuntesdedemografia.com/polpob/maltusianismo/conferencias-internacionales-de-poblacion/
  9. Meadows, Donella H. (1972). The Limits to Growth (en inglés). Universe Books. Consultado el 21 noviembre 2019. 
  10. Sanahuja, Juan Claudio (2003). El desarrollo sustentable. Vórtice. 
  11. Colaboradores de Wikipedia. Los límites del crecimiento [en línea]. Wikipedia, La enciclopedia libre, 2019 [fecha de consulta: 23 de noviembre del 2019]. Disponible en <https://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Los_l%C3%ADmites_del_crecimiento&oldid=120551080>.
  12. «Declaración de Estocolmo sobre el Medio Humano 1972». 
  13. «La Conferencia de Población de Bucarest». 
  14. «Report of the International Conference on Population, 1984». 
  15. Naciones Unidas (1974). «Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo (CIPD)». Consultado el 22 de enero de 2018. 
  16. María Elósegui. «La conferencia del Cairo y la creación del concepto de derechos reproductivos». Consultado el 2 de febrero de 2018. 
  17. Cristina Maoño y Norma Vázquez. «Derechos sexuales y reproductivos». Consultado el 2 de febrero de 2018. 
  18. «Informe Kissinger». Consultado el 21 noviembre 2019. 
  19. 19,0 19,1 Asamblea General Naciones Unidas. «Desarrollo y Cooperación Económica internaconal: Medio ambiente. Informe de la Comisión Mundial sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo. Nota del Secretario General». 
  20. UN Department of Economic and Social Affairs. Division for Sustainable Development (ed.). «Declaración de Río sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo». Consultado el 22 noviembre 2019. 
  21. UN Department of Economic and Social Affairs. Division for Sustainable Development (ed.). «Programa 21». Consultado el 21 noviembre 20121. 
  22. «División para el Desarrollo Sostenible de la ONU». Consultado el 22 noviembre 2019. 
  23. Colaboradores de Wikipedia. Cumbre de la Tierra [en línea]. Wikipedia, La enciclopedia libre, 2019 [fecha de consulta: 24 de noviembre del 2019]. Disponible en <https://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Cumbre_de_la_Tierra&oldid=121081606>
  24. Asamblea General adopta la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible «La Asamblea General adopta la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible».