Edición de «Ética de la anticoncepción»
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Una cuarta perspectiva ética surge de la | Una cuarta perspectiva ética surge de la antropología que hace un planteamiento unitario del obrar y del ser del hombre. Para estos, el cuerpo y el espíritu no son entes que están juntos o integrados, sino que son aspectos del único ente que es la persona humana. Toda la persona es la que a la vez es corporal y espiritual. De aquí que cualquier acción que lleva a cabo o que sufre, sea preferentemente corporal o espiritual, lo sea de toda la persona. No del cuerpo o del espíritu. | ||
La | La persona se comunica corporalmente con otras personas, de tal modo que puede expresar su interior a través de su materialidad corporal. Si desde esta perspectiva se ve la relación sexual se comprende que siempre tiene lugar en el marco de ser relación entre personas. Las acciones que se llevan a cabo afectan a la persona, no son acontecimientos que ocurren fuera de ella. | ||
Las acciones interpersonales, por lo menos desde Kant ha quedado claro que deben basarse en el principio de tratar a los demás como fin y no como medio. Por ello entre personas sólo cabe un trato que quede dentro del marco del amor. También la relación sexual en el caso de los humanos, como relación personal, debería quedar dentro del marco del amor interpersonal. | |||
Por ello una relación de compra-venta de favores sexuales, o de simple intercambio de placeres estaría fuera de la ética que debe regir en la relación entre personas, porque supone tratar a una persona como objeto-útil para mi propio fin. Mayor perversión ética tendría el ejercicio de la sexualidad como manifestación de dominio sobre el otro, e incluso como violencia sobre el más débil, como en el caso de la violencia entre | Por ello una relación de compra-venta de favores sexuales, o de simple intercambio de placeres estaría fuera de la ética que debe regir en la relación entre personas, porque supone tratar a una persona como objeto-útil para mi propio fin. Mayor perversión ética tendría el ejercicio de la sexualidad como manifestación de dominio sobre el otro, e incluso como violencia sobre el más débil, como en el caso de la violencia entre géneros, o de los actos de violación. En este marco, la anticoncepción no tiene una valoración ética relevante, porque ya está desvirtuada la relaciones interpersonal. En algunos casos puede tener una valoración positiva para defenderse de la injusticia sufrida o para evitar ser injusto con el posible hijo. | ||
Cuando la relación sexual se inscribe en el marco del amor entre personas humanas el caso es distinto. En este caso | Cuando la relación sexual se inscribe en el marco del amor entre personas humanas el caso es distinto. En este caso la relación voluntariamente hecha anticonceptiva, significaría la negación de la totalidad de la donación y la aceptación entre personas humanas. Por tanto también en este caso fallaría la eticidad de esa relación. Por ello cuando hay una intención anticonceptiva en la relación sexual se estaría actuando éticamente mal. | ||
La relación sexual expresaría visiblemente la donación entre personas en el marco del amor. | La relación sexual expresaría visiblemente la donación entre personas en el marco del amor. | ||
