Embrión
La vida de todo ser vivo se desarrolla en una serie de etapas, desde la fusión gamética hasta la muerte. En general, podríamos hablar de una fase embrionaria, una fase infantil, una fase adulta y una fase senil. En los distintos taxones animales y vegetales se pueden dar nombres específicos a cada una de esas fases y sus límites sueles ser arbitriarios o fijándose en episodios donde se consiguen algunas funcionalidades.
Por tanto podemos definir embrión como la primera fase de existencia de un organismo vivo y cuya duración dependerá de qué factor hayamos decidido como finalización: en unos casos la salida de la fase protectora materna, o el desarrollo de determinado órgano en función de nuestras necesidades definitorias y de cara a un estudio de embriología comparada.
Centrándonos en las características morfológicas de embrión, podemos describir como carácterístico de estas fases la estructuración de distintas funciones fisiológicas que pasan, poco a poco, de nivel celular a nivel intercelular. Los genes se van expresando de acuerdo con un esquema organizado que va coordinando tanto a nivel químico como eléctrico la formación de diferentes células más o menos diferenciadas.
A nivel de las primeras células, las conexiones eléctricas provocan la activación de diferentes mensajeros que activan o desactivan distintos genes. Estas activaciones o inhibiciones se transmiten a nivel de membrana como los canales de Calcio en todas las células más sensibles en las células nerviosas y musculares. Desde el comienzo, la situación de las células en las agrupaciones celulares de los diferentes estadíos, origina una comunicación espacial que va a determinar la formación de distintos tejidos. Esta estrategia ya está presente desde los vegetales (geotropismo) y en el ser humano se puede detectar desde el estadío de 4 células.
El proceso diferenciador viene regido por la conjunción de distintos genes que van activando los genes involucrados en el desarrollo. Muchos autores al hilo de estudios en enfermedades a nivel bioquímico proponen que las rutas de señalización intracelular componen autenticas redes que van extendiéndose hacia el entorno celular mientras se produce la diferenciación celular. (Instituto de España Real Academia Nacional de Farmacia, Monografía XXIV. Redes de Señalización y Estrategias Terapéuticas (2009)), donde aparecen varias citas al respecto. 1, 2,3