Clonación natural
La única posibilidad de que existan dos personas con la misma identidad genética, el mismo componente genético y una gran semejanza fenotípica, es cuando se producen gemelos monocigóticos, que son los que proceden de la fecundación de un sólo óvulo y un sólo espermatozoide [1]. Alrededor del 2,5 por mil de las nacidos humanos son gemelos monogicóticos [2]. Como resultan de la fecundación de un sólo óvulo, los gemelos monocigóticos son siempre de mismo sexo, genéticamente idénticos y muy similares en su aspecto físico [3]. El número de placenta y membranas fetales depende de cuándo ocurre la gemelación. Un 35% de los gemelos monocigóticos resulta de la separación temprana de los blastómeros embrionarios (es decir, durante los tres primeros días del desarrollo) estos gemelos presentan dos membranas coriónicas completamente separadas. El otro 65% se origina al final de la primera semana de gestación, cuando el embrión está en la fase de blastocisto; estos gemelos tienen una membrana coriónica común, lo que sugiere que la separación ocurre dentro de la masa celular interna una vez que ya se ha formado el trofoblasto [2]
Proceso de formación de los gemelos
Se conoce que la frecuencia de gemelos ocurre en situaciones de bajo nivel de calcio en la madre. Mientras se fecunda un óvulo con bajo contenido en iones calcio se puede alterar la sincronización de dos procesos habitualmente sincronizados: la división celular y la organización intracelular polarizada, que culminan con la generación del cigoto.
El proceso se da así: Un óvulo se divide durante el periodo de fecundación, y antes de que ésta termine, da lugar a dos células simétricas, iguales entre sí, e iguales al óvulo en fecundación. Esto no es un embrión bicelular, ya que las dos células no son desiguales. Son dos células iguales, que si cada una de ellas continúa el proceso fecundante y alcanza el resultado de cigoto asimétrico, da lugar a dos cigotos idénticos fruto de una sola fecundación [4].
Conocemos de manera inequívoca que en el cigoto hay un plano o mapa que hace que la organización del embrión esté creada al inicio, antes de la implantación. Esto supone un cambio profundo en la idea del embrión, e invalida la duda acerca de que la existencia de gemelos idénticos suponga falta de individualidad del embrión antes de su implantación en el útero materno. Los datos actuales hacen muy difícil admitir que un organismo, que no es una masa informe de células, pueda partirse en dos. La ciencia biológica tiene en ello la última palabra y la ha pronunciado con claridad y contundencia. Los gemelos proceden de la formación de dos cigotos de una misma fecundación y no como división de un embrión para originar dos embriones [4].
Aspectos éticos
La capacidad natural del embrión de dividirse espontáneamente dando lugar a gemelos idénticos, ha llevado a algunos a pensar que el embrión en sus primeros días de desarrollo antes de la implantación no tiene un carácter personal propio. Más bien se trataría de un conglomerado de células humanas, de una materia viva, pero no propiamente de un individuo humano.
La argumentación se basa en que mientras exista posibilidad de gemelación, la identidad del ser humano no está determinada, y de ahí que no se pueda decir que exista ningún individuo en concreto. Carecería de una de las propiedades esenciales de un individuo: la unicidad o el ser único.
Sin embargo, cada individuo es uno en cuanto que su existencia sigue una trayectoria particular de expresión del mensaje genético. Y es único y diferente a cualquier otro no sólo por la combinación única de genes que hereda de sus progenitores, sino por las fluctuaciones propias de su trayectoria, que hace diferentes incluso a los gemelos con idéntico patrimonio genético.
Se trata de un fenómeno natural que puede darse durante las primeras etapas de su desarrollo y antes de su implantación en el útero materno. La gemelación natural puede suceder durante las primeras etapas del desarrollo embrionario, hasta el 14º día de la embriogénesis, cuando las células del blastocisto pierden su totipotencialidad y se consolida la anidación
Referencias bibliográficas
- Jouve de la Barreda, Nicolás (2013). Las células madre. Digital Reasons.
Referencias
- ↑ Jouve de la Barreda, Nicolas (2013). «Células madre». Chuvieco, Emilio, ed. Argumentos para el s. XXI (Digital Reasons). ISSN 978-84-940403-2-0
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incorrecto (ayuda). - ↑ 2,0 2,1 Nuñez de Castro, Ignacio (2008). [books.google.es/books?isbn=8484682331 De la dignidad del embrión: reflexiones en torno a la vida humana naciente]
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incorrecta (ayuda). 16 de la Cátedra de Bioética. Publicaciones de la Universidad Pontificia Comillas: Cátedra de Bioética. p. 182. ISSN 8484682331|issn=
incorrecto (ayuda). Consultado el 19 de noviembre de 2013. - ↑ Moore, Keita L.; Persaud, T.V.N. (1999). Embriología clínica. 6a. ed. McGraw-Hill Interamericana. pp. 161-167.
- ↑ 4,0 4,1 Natalia López Moratalla. «Gemelos, dos cigotos de una sola fecundación». Consultado el 19 de noviembre de 2013.