Embarazo

De Bioeticawiki


El embarazo es un proceso ininterrumpido desde la concepción hasta el nacimiento.


La Concepción

La fecundación supone el inicio del embarazo. La concepción se produce cuando un espermatozoide se introduce en un óvulo atravesando su membrana.

El óvulo

El óvulo es la célula sexual femenina. Cada mes, hacia la mitad del ciclo menstrual, la secreción de determinadas hormonas por la hipófisis anterior (una glándula situada en la base del cerebro) desencadena que un óvulo sea liberado del ovario, y comience su trayecto por la trompa de Falopio. Si no es fecundado, el óvulo degenera en unas 12 a 24 horas. El óvulo mide unas 120-150 micras, y es la célula más grande del organismo. En el momento de la fecundación, el núcleo del óvulo (llamado pronúcleo femenino) tiene la mitad de la información genética que el resto de las células del organismo. Esta información genética se encuentra en el ADN (ácido desoxirribonucleico), una macromolécula que conforma los cromosomas.

Todas las células del organismo reciben esa información genética, y así, en todas hallaremos los mismos 46 cromosomas, dos de los cuales son los llamados cromosomas sexuales. Estos cromosomas sexuales pueden ser de dos clases:


  1. el cromosoma X
  2. el cromosoma Y.


La mujer aporta la mitad de la información genética, de manera que todos los óvulos de una mujer contienen, en la fecundación, 23 cromosomas, y uno de ellos es siempre un cromosoma X. En este sentido, la aportación femenina es invariable.


Los óvulos de la mujer inician su formación en la etapa fetal, y comienzan su maduración en la pubertad. El número total de óvulos al nacimiento de la mujer, se estima que varía entre 700.000 y 2.000.000. Durante la infancia, la mayoría se vuelven atrésicos, y sólo aproximadamente 400.000 están presentes al comienzo del la pubertad; finalmente no más de 400-500 llegarán a ser ovulados. Si no es fecundado, el óvulo muere en unas 24 horas.

El espermatozoide

El espermatozoide es la célula sexual masculina, y al tiempo, la más pequeña del organismo del hombre. Los espermatozoides son producidos continuamente por los testículos del varón, a partir de la edad fértil. El espermatozoide aporta el código genético del padre, y esta información está contenida en los 23 cromosomas que contiene su pronúcleo. A diferencia de la mujer, que siempre aporta un cromosoma X, algunos espermatozoides llevarán un cromosoma X, y otros un cromosoma Y.


La diferencia en esta constitución tendrá una trascendental consecuencia: la fecundación del óvulo por uno de los primeros con cromosomas sexual X - dará lugar a que el ser en gestación y posterior nacimiento, sea una niña, y si es por los segundos con cromosoma sexual Y - será un niño.


En este sentido hay que recordar que la constitución celular femenina es diferente a la masculina: todas las células del organismo de una mujer tienen dos cromosomas X, mientras que todas las células de un varón tienen un cromosoma X y uno Y. Para que tenga lugar una fecundación natural, es preciso que exista previamente la aportación masculina de sus espermatozoides, a través de la eyaculación en el órgano sexual de la mujer. En una eyaculación, son depositados en la vagina de aquella hasta 500 millones de espermatozoides.


Los espermatozoides, en un movimiento inicial, ascienden por el cuello del útero hacia la cavidad uterina y el tercio externo de la trompa de Falopio. El movimiento de los espermatozoides a través del organismo femenino, se debe a los movimientos de su cola y a contracciones uterinas y de la trompa. En el tracto genital femenino, los espermatozoides son capaces de sobrevivir hasta 6 días. Mientras avanzan hacia el útero, aquellos experimentan una serie de cambios en la estructura de su membrana, que los van preparando para la fecundación, esto es, el ingreso o entrada del espermatozoide en el óvulo.


La fecundación: el cigoto como primera célula personal

En la fecundación, sólo un espermatozoide penetra en el óvulo, ya que en el momento en que se produce la fusión de sus membranas celulares, la membrana del óvulo fecundado se torna impermeable para los demás espermatozoides, impidiendo que ningún otro espermatozoide la penetre. Seguidamente se produce la fusión de los pronúcleos masculino y femenino, constituyéndose una nueva célula llamada cigoto.

El cigoto es la primera célula del nuevo ser humano, que es distinto genéticamente del padre y de la madre. Su información genética, contenida en el núcleo, será la misma a lo largo de toda su vida, y determinará un enorme porcentaje de las características físicas y psíquicas de la persona:


  • su color de piel
  • de ojos
  • de pelo
  • su estatura
  • su inteligencia
  • su susceptibilidad a padecer determinadas enfermedades.


En ocasiones (aproximadamente de 7 a 11 casos por 1000 nacimientos), dos óvulos son expulsados simultáneamente del ovario y son fecundados por dos espermatozoides distintos, dando lugar a los gemelos dicigóticos, fraternos, o comúnmente llamados mellizos. Ambos cigotos tienen una constitución genética diferente, y los fetos resultantes no guardan mayor semejanza entre sí que los hermanos o hermanas de distinta edad. El sexo puede ser el mismo o diferente. Ambos cigotos se implantarán de forma individual en el útero y cada uno de ellos desarrolla su propia placenta y saco amniótico.


Junto a todo lo anterior, hay que señalar aquí que si bien es cierto que el ambiente, la educación y otros factores influirán a lo largo de la vida de la persona, la carga genética que se determina en el preciso momento de la fecundación será crucial en todos estos aspectos. A partir de este momento de la fecundación, el desarrollo intrauterino se divide en una etapa embrionaria, que va desde el momento de la concepción hasta la finalización de la organogénesis, momento que se sitúa alrededor de la semana 12 postmenstrual ó 10 postconcepcional, y una etapa fetal, desde la finalización de la organogénesis hasta el momento del nacimiento.


La etapa embrionaria

El primer mes de embarazo

Durante las siguientes horas y días, el cigoto comienza a viajar por la trompa de Falopio hacia la cavidad uterina, y lo hace gracias al movimiento de las vellosidades de la trompa. Al tiempo, experimenta sucesivas divisiones celulares que hacen aumentar el número de sus células, dispuestas inicialmente en una forma esférica, denominada mórula, por su semejanza a una mora.


Hacia el séptimo día de la concepción

Esta estructura está dividida en dos partes diferenciadas, una masa celular externa que dará lugar a la placenta y otra interna, que originará el embrión propiamente dicho. En este momento, el embrión se denomina blastocisto, y ha llegado a la cavidad uterina, donde tendrá lugar la anidación, por la cual queda incluido en la pared interna del útero hacia el final de la segunda semana.


Las células de la parte externa del blastocisto, denominadas trofoblasto, comienzan a producir la hormona gonadotrofina coriónica humana (HCG),1 que impide la degeneración del cuerpo lúteo del ovario y permite que siga produciendo la progesterona, otra hormona, fundamental en el mantenimiento y función de la capa interna del útero, donde se ha implantado el blastocisto.


Durante la segunda semana

Las células del embrión se disponen como un disco de dos capas (disco germinativo bilaminar) y en este momento, tienen la facultad de diferenciarse en cualquiera de las más de 200 estirpes celulares del organismo: son las llamadas células madre embrionarias. A partir de este momento estas células comienzan a diferenciarse según la programación específica de los genes que marcarán el ulterior proceso de conformación anatómica y especialización funcional.


Gemelos monocigóticos: expusimos anteriormente la posibilidad de un nacimiento de gemelos dicigóticos. Ahora nos referiremos a otro tipo de gemelismo. Este se puede dar en etapas variables de su desarrollo - no tiene porqué ser con la expulsión de los óvulos del ovario, sino que también es posible posteriormente - y en un bajo porcentaje (3 a 4 casos por cada 1000 nacimientos), en la cuál un solo óvulo fecundado se divide en dos cigotos, dando lugar a los gemelos monocigóticos o idénticos. Estos gemelos tienen la misma información genética, y dependiendo de lo precoz que sea la separación de los dos cigotos, desarrollarán cada uno una placenta y un saco amniótico propios, o bien los compartirán.


También durante esta segunda semana de embarazo, el trofoblasto ha ido erosionando la pared interna del útero y ha comenzado a formar la circulación úteroplacentaria primitiva, a través de la cual, el embrión comienza a alimentarse de los nutrientes aportados por la madre.


Durante la tercera semana

El disco germinativo bilaminar sufre una migración de parte de las células situadas en la capa externa, que forman una lámina media, con lo cual se conforma el disco germinativo trilaminar, formado por el ectodermo, el mesodermo y el endodermo.


  1. El ectodermo dará lugar, en las semanas siguientes al sistema nervioso, a las células sensitivas del oído, nariz y ojo, a la piel, pelo y uñas, a la hipófisis, las glándulas mamarias, sudoríparas y al esmalte de los dientes.
  2. El mesodermo dará lugar al tejido muscular, a los cartílagos y huesos, al tejido subcutáneo de la piel, a todo el sistema cardiovascular (corazón, arterias, venas y capilares), a todas las células de la sangre, al sistema urinario y órganos genitales, al bazo y a las glándulas suprarrenales.
  3. El endodermo proporciona el revestimiento interno del tubo digestivo, aparato respiratorio y vejiga urinaria, así como el hígado, el páncreas y otros órganos.


Durante la cuarta semana

El disco germinativo, sufre una curvatura longitudinal que lo transforma en una estructura tubular, con un extremo cefálico, donde se diferenciarán las primeras células nerviosas, que ya son activas hacia el día 14 tras la fecundación, y un extremo caudal. Es ahora, en la cuarta semana - Hacia el día 28 - cuando las aberturas superior e inferior de este tubo ya están cerradas.


En tanto, en la parte ventral de dicho tubo ha aparecido, hacia los 10-12 días, un acúmulo de células que originará una pequeña estructura de forma cilíndrica. Esta comenzará a contraerse de una forma automática y espasmódica durante la tercera semana postconcepcional: el corazón del embrión.


Por tanto, podemos afirmar que cuando la mujer ha notado aproximadamente una semana de retraso de la menstruación sobre la fecha prevista, y es posible, diagnosticar el embarazo, el embrión ya tiene un esbozo de corazón que ha comenzado a funcionar y unas células nerviosas con una incipiente actividad. Hacia el día 28 tras la concepción, el tamaño del embrión es de aproximadamente unos 4-6 milímetros y pesa menos de 1 gramo. En esta cuarta semana aparecen los esbozos de los ojos, los oídos y las extremidades superiores. También comienzan a separarse el esófago de la tráquea, que inicialmente formaban una estructura tubular única.


El segundo mes de embarazo

En este período se forman los ojos del embrión y empiezan a crecer los brazos y las piernas; hacia el día 36 comienzan a separarse los dedos de las manos y de los pies. Al tiempo, también los órganos internos y el cerebro se van desarrollando.


En la sexta semana

Comienza a formarse el paladar. Al mismo tiempo se van desarrollando los principales órganos, como el intestino, que toma forma de rizo debido a su largo tamaño, la vejiga y la uretra, así como el hígado, el estómago, el apéndice y el bazo. Al final de esta etapa, también se aprecia el desarrollo paulatino de los huesos y de los músculos.


Al final de la octava semana

Para entonces, el embrión mide alrededor de 3 centímetros y pesa unos 3 gramos. El rápido desarrollo del cerebro del embrión provoca un evidente aumento de la cabeza. La cara se empieza a perfilar con la formación de los ojos, muy separados y cubiertos por una membrana, y un esbozo de las orejas y los pabellones auditivos. Los brazos y las piernas del bebé siguen creciendo.


En este tiempo, el ritmo cardíaco es muy rápido, unos 140 - 150 latidos por minuto. El corazón y el sistema cardiovascular durante la vida intrauterina tienen que adaptarse a unas particularidades propias, distintas a la vida postnatal:


  • Por un lado, el oxígeno y los nutrientes no provienen de los pulmones y el sistema digestivo, sino de la placenta.
  • Por otro, el metabolismo de los tejidos es muy elevado por su rápido crecimiento, y finalmente, los órganos menos funcionales en la vida intrauterina, deben recibir, al menos, suficiente suministro para desarrollarse adecuadamente.


Por todo ello, la organización circulatoria establece una vía preferencial hacia la placenta, donde se dirigirá el 40 % del volumen circulatorio, y después hacia el cerebro, con un 10 % del gasto cardíaco. Los pulmones e intestinos tendrán menor perfusión. El líquido amniótico.- En todo este tiempo, el embrión flota en el saco de líquido amniótico que le protege de los golpes externos que pueda recibir a través del abdomen de la madre. Este líquido amortigua las sacudidas, impide se adhiera el embrión a las membranas placentarias y permite los movimientos fetales. La cantidad de líquido aumenta desde aproximadamente 30 ml a las 10 semanas, hasta 350 ml a las 20 semanas y de 800 a 1000 ml a las 37 semanas. Todo el volumen del líquido amniótico se renueva cada 3 horas.


Etapa fetal

En el tercer mes de embarazo el embrión pasa a denominarse feto. El período fetal se extiende desde la décima semana postconcepcional (duodécima tras la última menstruación) hasta el final de la vida intrauterina. Esta etapa se caracteriza por la maduración de los tejidos y los órganos y el rápido crecimiento del cuerpo. En este tiempo el feto empieza a tener forma humana.