Edición de «Genética»

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  "...la lectura y el pensamiento crítico son peligrosos, ciertamente subversivos, en una sociedad injusta". Carl Sagan
  "...la lectura y el pensamiento crítico son peligrosos, ciertamente subversivos, en una sociedad injusta". Carl Sagan
El 26 de junio del año 2000 el presidente de los Estados Unidos, Bill Clinton, y el primer ministro inglés, Tony Blair, acompañados por los científicos Francis S. Collins y John Craig Venter (las cabezas visibles de todo un conjunto de investigadores) presentaron al mundo el primer borrador del Proyecto Genoma Humano (PGH), culminación del esfuerzo de los grupos Celera Genomics Corporation, liderado por Venter, y National Genome Research Institute, dirigido por Collins. Que dos jefes de Estado fueran los voceros de tan importante logro (algo muy extraño en la historia de la ciencia) demuestra la trascendencia del objetivo alcanzado.
Las naciones participantes en esta monumental empresa son un puñado de aquellas donde se han alcanzado importantes avances científicos y tecnológicos: Estados Unidos, el Reino Unido, Japón, Francia, Alemania y China. En todos ellas trabajaron centenares de científicos apoyados por poderosas técnicas informáticas, bioquímicas, matemáticas, etc., hasta lograr la descodificación de algo más de '''95% del genoma humano'''. Los resultados de este mancomunado esfuerzo se publicaron en febrero de 2001 en dos de las más prestigiosas revistas de carácter científico: Nature<ref>{{Cita web|url=https://www.nature.com/nature/volumes/409|título=Nature, vol. 409 Issue 6822, 15 February 2001}}</ref> y Science<ref>{{Cita web|url=https://www.science.org/toc/science/291/5507|título=Science, vol. 291, #5507, 16 de febrero 2001.}}</ref>.
== Las raíces del proyecto están en Hiroshima y Nagasaki ==
La maravilla científica que representa la descodificación del elemento material más íntimo que tiene cualquier persona, avance comparable con otros de similar importancia como la teoría heliocéntrica de Copérnico, el aporte de Darwin a la comprensión de la evolución de la vida a través de la selección natural, la fisión del núcleo atómico o la llegada del hombre a la Luna, es un proceso que no ha estado exento de la aparición de diversos elementos de carácter extracientífico (pujas por las patentes, competencia entre grupos industriales y farmacéuticos, celos nacionales, debates éticos, etc.), que han llevado al investigador Antoine Danchin a sostener que el PGH se basa esencialmente en una '''iniciativa eminentemente política y no científica'''.<ref name=":0">{{Cita publicación|título=Una historia intensa, casi violenta|apellidos=Danchin|nombre=Antoine|fecha=2000|publicación=Mundo científico|issn=0211-3058}}</ref>
[[Archivo:Genoma Humano.png|miniaturadeimagen|'''Genoma''' es el '''conjunto''' global de la '''información''' '''genética''' contenida en las moléculas de ácidos nucleicos de un ser vivo.<ref>{{Cita web|url=https://www.bioeticawiki.com/Genoma_humano|título=Genoma humano}}</ref>]]
Las raíces de este Proyecto se hunden en el tenebroso momento en que la envalentonada potencia estadounidense, en el mayor acto terrorista de la historia, decidió masacrar miles de vidas inocentes arrojando sus bombas atómicas sobre las ciudades de Hiroshima y Nagasaki. Después de tan brutal demostración de poderío militar, los Estados Unidos se comprometieron a "colaborar" en la reconstrucción del país del Sol Naciente y la investigación en genética recibió cuantiosos apoyos financieros. Hacia 1947 el norteamericano Department of Energy (DOE) inició investigaciones sobre lo'''s mecanismos de mutagénesis''' y las '''secuelas genéticas''' '''causadas por las radiaciones de alta energía'''. Los efectos de las radiaciones ionizantes ya las había estudiado en 1927 Hermann Joseph Müller en la mosca de la fruta (Drosophila melanogaster) demostrando los catastróficos efectos que sobre la materia viva tenían esos agentes físicos, trabajo por el cual fue premiado con el Nobel en 1946. En 1954 el mencionado DOE publicó los estudios de las consecuencias genéticas sobre más de 75.000 nacimientos en Hiroshima y Nagasaki, la primera generación después del apocalipsis atómico. En medio de la euforia por la victoria alcanzada por los equipos de Collins y Venter, "''hoy los motivos inicialmente declarados para secuenciar el genoma humano se han olvidado''".<ref name=":0" />
En 1984 el DOE impulsó una reunión en Utah (EU) donde se discutió sobre las técnicas más adecuadas para '''detectar la presencia de mutaciones''' en el material genético de los descendientes de Hiroshima y Nagasaki; la secuenciación directa del ADN fue uno de los medios tenidos en consideración.
En los años 70 Frederik Sanger, de Cambridge (Inglaterra), ya había desarrollado un procedimiento para secuenciar genes y desde entonces se implementaron diversas tecnologías que '''permiten un abordaje seguro''' a los secretos de los ácidos nucléicos. La numerosa información recabada, ha obligado a la creación de bancos de datos donde se almacenan las secuencias que se van descubriendo:
* EMBL (Laboratorio Europeo de Biología Molecular, en Heidelberg).
* GeneBank (EU).
* DDBJ (Data Bank of Japan).
En 1986 el premio Nobel Renato Dulbecco, del Salk Institute, publicó en Science un artículo donde propuso la tarea de secuenciar el genoma humano con el objetivo de establecer las bases moleculares del cáncer<ref>{{Cita publicación|url=https://www.science.org/doi/10.1126/science.3945817|título=A Turning Point in Cancer Research: Sequencing the Human Genome|apellidos=Dulbecco|nombre=Renato|fecha=7 de marzo de 1986|publicación=Science|volumen=231|número=4742|páginas=1055-1056|fechaacceso=19 de octubre de 2022|doi=10.1126/science.394581}}</ref>. Por la misma época Jean Dausset, en el francés Centro de Estudios del Polimorfismo Humano, recogía información genética de familias con una genealogía bien conocida y hacia 1989 dicho Centro '''inició la secuencia del genoma humano a gran escala'''. Para 1992 Daniel Cohen había completado el primer mapa del cromosoma 21 humano y en 1995 Craig Venter, en The Institute for Genome Research (TIGR), logró la secuencia completa del genoma de dos bacterias: Haemophilus influenzae y Micoplasma genitalium. Apoyado en estos éxitos, Venter fundó en 1998 Celera Genomics Corporation, entidad de carácter privado, con la cual se propuso completar la secuencia del genoma humano en tres años; para lograr ese objetivo tomó como "sparring" a D. melanogaster, completándose el trabajo de secuenciación en marzo de 2000.
Entre 1988 y 1992, el laureado Nobel James Watson dirigió el National Genome Research Institute adscrito a los National Institutes of Health (NIH), la entidad de carácter estatal encargada de la investigación del PGH. A partir de 1992 la dirección está a cargo de Francis S. Collins y el presupuesto que el gobierno norteamericano ha destinado a esta aventura es de tres mil millones de dólares. Para apreciar los acelerados avances que se han venido dando en esta investigación, se pueden señalar que en '''1974 se tenían las ubicaciones de unos 50 genes''', en 1989 la lista había subido a 1.500 y hasta hoy están ubicados aproximadamente 10% de los distintos 30 mil a 40 mil genes codificantes de un ser humano.
== En un jardín de Brno nació la genética ==
== En un jardín de Brno nació la genética ==
Cuando el Homo sapiens empezó hace 10.000 años a emplear las prácticas agrícolas y pecuarias, iniciaba la selección artificial de los genes; pero durante mucho tiempo no se tuvo una explicación adecuada de esos procesos en las plantas y animales, hasta que en el siglo XIX Gregor Johann Mendel descubrió las leyes básicas que gobiernan el '''fenómeno de la herencia''' en los organismos con reproducción sexual.
Cuando el Homo sapiens empezó hace 10.000 años a emplear las prácticas agrícolas y pecuarias, iniciaba la selección artificial de los genes; pero durante mucho tiempo no se tuvo una explicación adecuada de esos procesos en las plantas y animales, hasta que en el siglo XIX Gregor Johann Mendel descubrió las leyes básicas que gobiernan el '''fenómeno de la herencia''' en los organismos con reproducción sexual.
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A pesar de que los resultados de la transformación en el neumococo indicaban que la molécula de ADN era la depositaria de la información genética, todavía quedaban científicos que persistían en defender la hipótesis equivocada: seguían pensando que una molécula de naturaleza química tan simple como el ADN no podía ser responsable de un fenómeno tan complejo como la herencia, proponiendo a las proteínas para esa función. El asalto y derrumbe definitivo de la hipótesis proteínica de la herencia fue iniciado y culminado exitosamente en 1952 por Martha Chase y A. D. Hershey del newyorquino Cold Spring Harbor. Para su demostración emplearon el bacteriófago T2 (un virus que infecta las bacterias para poderse reproducir) y la bacteria del intestino grueso, Escherichia coli. Un bacteriófago está formado por una cápsula de proteínas en cuyo interior se aloja una molécula de ADN. Chase y Hershey observaron que a la E. coli únicamente entraba el ácido nucleico, quedándose por fuera la cápsula de proteínas; el ácido nucleico del virus tomaba la '''dirección del metabolismo bacteriano''' y dirigía entonces la producción de nuevos bacteriófagos. Estos resultados fueron la prueba definitiva de que la molécula de ADN era la base material de la herencia. Aquella anodina nucleína que aislara Miescher finalizando el Siglo XIX, al empezar la segunda mitad del XX, era la rutilante estrella a la que muchos grupos de científicos dedicaron su empeño por conocer lo más íntimo de su estructura.
A pesar de que los resultados de la transformación en el neumococo indicaban que la molécula de ADN era la depositaria de la información genética, todavía quedaban científicos que persistían en defender la hipótesis equivocada: seguían pensando que una molécula de naturaleza química tan simple como el ADN no podía ser responsable de un fenómeno tan complejo como la herencia, proponiendo a las proteínas para esa función. El asalto y derrumbe definitivo de la hipótesis proteínica de la herencia fue iniciado y culminado exitosamente en 1952 por Martha Chase y A. D. Hershey del newyorquino Cold Spring Harbor. Para su demostración emplearon el bacteriófago T2 (un virus que infecta las bacterias para poderse reproducir) y la bacteria del intestino grueso, Escherichia coli. Un bacteriófago está formado por una cápsula de proteínas en cuyo interior se aloja una molécula de ADN. Chase y Hershey observaron que a la E. coli únicamente entraba el ácido nucleico, quedándose por fuera la cápsula de proteínas; el ácido nucleico del virus tomaba la '''dirección del metabolismo bacteriano''' y dirigía entonces la producción de nuevos bacteriófagos. Estos resultados fueron la prueba definitiva de que la molécula de ADN era la base material de la herencia. Aquella anodina nucleína que aislara Miescher finalizando el Siglo XIX, al empezar la segunda mitad del XX, era la rutilante estrella a la que muchos grupos de científicos dedicaron su empeño por conocer lo más íntimo de su estructura.
[[Archivo:James-watson-and-francis-crick-bettmann.jpg|miniaturadeimagen|James Watson y Francis Crick,]]
[[Archivo:James-watson-and-francis-crick-bettmann.jpg|miniaturadeimagen|James Watson y Francis Crick,]]
Fue en el Laboratorio Cavendish de la Universidad de Cambridge y en el King’s College de Londres donde James Watson y Francis Crick, en la primera institución, y Maurice Wilkins en la segunda, encontraron en '''1953 la solución definitiva''' y, de paso, la gloria con el premio Nobel de Medicina en 1962 <ref>{{Cita libro|apellidos=Watson|nombre=James|título=La doble hélice|url=https://issuu.com/drwho1967/docs/la_doble_helice_j_watson_biblioteca|fechaacceso=19 de octubre de 2022|año=1987|editorial=Biblioteca Científica Salvat}}</ref>. Este hecho partió en dos la historia de la biología: muchos de los misterios de la vida hasta ese momento inexplicados tuvieron la solución adecuada, y las posibilidades tecnológicas que se abrieron eran insospechadas. Se había terminado de extender otro hilo de Ariadna a través del laberinto que iba de Brno a Cambridge, desde Mendel hasta Watson y Crick. "''Mendel con sus leyes sigue vivo y fuerte, tanto más cuanto que, gracias a él y a partir de él, el universo biológico tiene unidad"''. <ref>{{Cita libro|apellidos=Yunis Turbay|nombre=Emilio|título=Ciencia y política|año=1991|editorial=Anthropos|isbn=|página=265}}</ref>
Fue en el Laboratorio Cavendish de la Universidad de Cambridge y en el King’s College de Londres donde James Watson y Francis Crick, en la primera institución, y Maurice Wilkins en la segunda, encontraron en '''1953 la solución definitiva''' y, de paso, la gloria con el premio Nobel de Medicina en 1962 <ref>{{Cita libro|apellidos=Watson|nombre=James|título=La doble hélice|url=https://issuu.com/drwho1967/docs/la_doble_helice_j_watson_biblioteca|fechaacceso=19 de octubre de 2022|año=1987|editorial=Biblioteca Científica Salvat}}</ref>. Este hecho partió en dos la historia de la biología: muchos de los misterios de la vida hasta ese momento inexplicados tuvieron la solución adecuada, y las posibilidades tecnológicas que se abrieron eran insospechadas. Se había terminado de extender otro hilo de Ariadna a través del laberinto que iba de Brno a Cambridge, desde Mendel hasta Watson y Crick. "''Mendel con sus leyes sigue vivo y fuerte, tanto más cuanto que, gracias a él y a partir de él, el universo biológico tiene unidad"''. <ref>{{Cita libro|apellidos=Yunis Turbay|nombre=Emilio|título=Ciencia y política|año=1991|editorial=Anthropos|isbn=9589544803|página=265}}</ref>


== El material genético y los cromosomas ==
== El material genético y los cromosomas ==
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== Las investigaciones sobre el genoma desenmascaran las falacias racistas ==
== Las investigaciones sobre el genoma desenmascaran las falacias racistas ==
[[Archivo:Adnrep.gif|miniaturadeimagen|En 1986 el premio Nobel Renato Dulbecco, publicó en Science un artículo donde propuso la tarea de secuenciar el genoma humano con el objetivo de establecer las bases moleculares del cáncer<ref>{{Cita publicación|url=https://www.science.org/doi/10.1126/science.3945817|título=A Turning Point in Cancer Research: Sequencing the Human Genome|apellidos=Dulbecco|nombre=Renato|fecha=7 de marzo de 1986|publicación=Science|volumen=231|número=4742|páginas=1055-1056|fechaacceso=19 de octubre de 2022|doi=10.1126/science.394581}}</ref>]]
[[Archivo:Adnrep.gif|miniaturadeimagen|ADN]]
Secuenciar un genoma consiste en determinar la serie de nucleótidos que componen una o varias moléculas de ADN; a partir de allí se buscan las secuencias que constituyan un gen y, por tanto, la posibilidad de una proteína de interés especial. No son las secuencias genéticas por sí solas las que tienen valor; lo que interesa a los científicos es su función biológica y justifica los millones de dólares que se invierten en esas investigaciones. Además del [[genoma humano]], se han secuenciado los genomas de organismos como la mosca Drosophila melanogaster, el gusano nemátodo Caenorhabditis elegans, las bacterias Escherichia coli y Xylella fastidiosa (ésta, por un grupo brasileño) y la planta Arabidopsis thaliana, entre otros. Actualmente, en diversos laboratorios del mundo continúa este frenesí de '''descifrar los genomas de diversas formas de organismos'''; sus secuencias de nucleótidos son ahora el nuevo oro genético, tras el cual van las multinacionales que esperan obtener millonarias ganancias.
Secuenciar un genoma consiste en determinar la serie de nucleótidos que componen una o varias moléculas de ADN; a partir de allí se buscan las secuencias que constituyan un gen y, por tanto, la posibilidad de una proteína de interés especial. No son las secuencias genéticas por sí solas las que tienen valor; lo que interesa a los científicos es su función biológica y justifica los millones de dólares que se invierten en esas investigaciones. Además del [[genoma humano]], se han secuenciado los genomas de organismos como la mosca Drosophila melanogaster, el gusano nemátodo Caenorhabditis elegans, las bacterias Escherichia coli y Xylella fastidiosa (ésta, por un grupo brasileño) y la planta Arabidopsis thaliana, entre otros. Actualmente, en diversos laboratorios del mundo continúa este frenesí de '''descifrar los genomas de diversas formas de organismos'''; sus secuencias de nucleótidos son ahora el nuevo oro genético, tras el cual van las multinacionales que esperan obtener millonarias ganancias.


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El PGH ha demostrado que el Homo sapiens tiene de 30 mil a 40 mil genes codificadores de proteínas, casi el doble de los encontrados en el gusano C. elegans o en la D. melanogaster. Sin embargo, los genes humanos son mucho más complejos y con más alternativas para ser empalmados durante su procesamiento en el núcleo, de tal manera que genera una mayor variedad de productos proteínicos. Estos resultados prueban que en un ser humano hay algo más que en un gusano o en una mosca. Ese algo más radica en la complejidad de su estructura genética, así como en las intricadas estructuras sociales que le permitieron construir herramientas, desarrollar un lenguaje articulado, aprovechar mejor las potencialidades de su gran cerebro, todo lo cual condujo a la emergencia de un fenómeno material completamente nuevo: '''la conciencia'''. Son éstas las condiciones materiales de la evolución cultural que siempre ha permitido a los humanos adaptarse a los más variados ambientes sin necesidad de cambiar su constitución genética, como inexorablemente lo deben hacer los demás organismos vivos. El mundo real de un ser humano no es igual al de cualquier otro ser vivo, pues el de los hombres ha surgido históricamente y está determinado por la historia: "''En efecto, el hombre no vive solamente en la naturaleza, sino que vive también en la sociedad humana, y ésta posee igualmente la historia de su evolución y su ciencia, ni más ni menos que la naturaleza''"<ref>{{Cita publicación|url=https://www.fundacionfedericoengels.net/images/engels_feuerbach_RL_crisis_socialdemocracia.pdf|título=Ludwig Feuerbach y el fin de la filosofía clásica alemana|apellidos=Engels|nombre=Federico|fecha=Primera edición: julio de 2006|publicación=Fundación Federico Engels|fechaacceso=19 de octubre de 2022|isbn=84-96276-13-9}}</ref>.
El PGH ha demostrado que el Homo sapiens tiene de 30 mil a 40 mil genes codificadores de proteínas, casi el doble de los encontrados en el gusano C. elegans o en la D. melanogaster. Sin embargo, los genes humanos son mucho más complejos y con más alternativas para ser empalmados durante su procesamiento en el núcleo, de tal manera que genera una mayor variedad de productos proteínicos. Estos resultados prueban que en un ser humano hay algo más que en un gusano o en una mosca. Ese algo más radica en la complejidad de su estructura genética, así como en las intricadas estructuras sociales que le permitieron construir herramientas, desarrollar un lenguaje articulado, aprovechar mejor las potencialidades de su gran cerebro, todo lo cual condujo a la emergencia de un fenómeno material completamente nuevo: '''la conciencia'''. Son éstas las condiciones materiales de la evolución cultural que siempre ha permitido a los humanos adaptarse a los más variados ambientes sin necesidad de cambiar su constitución genética, como inexorablemente lo deben hacer los demás organismos vivos. El mundo real de un ser humano no es igual al de cualquier otro ser vivo, pues el de los hombres ha surgido históricamente y está determinado por la historia: "''En efecto, el hombre no vive solamente en la naturaleza, sino que vive también en la sociedad humana, y ésta posee igualmente la historia de su evolución y su ciencia, ni más ni menos que la naturaleza''"<ref>{{Cita publicación|url=https://www.fundacionfedericoengels.net/images/engels_feuerbach_RL_crisis_socialdemocracia.pdf|título=Ludwig Feuerbach y el fin de la filosofía clásica alemana|apellidos=Engels|nombre=Federico|fecha=Primera edición: julio de 2006|publicación=Fundación Federico Engels|fechaacceso=19 de octubre de 2022|isbn=84-96276-13-9}}</ref>.


Los resultados del PGH también han demostrado que todos los seres humanos son 99.9% genéticamente semejantes; sólo 0.1% de la información genética responde a diferencias individuales. Se ha encontrado que en el genoma humano hay en promedio una '''variación cada 1.000 nucleótidos'''. En otras palabras, en una posición determinada unos individuos tendrán en su genoma una base nitrogenada y otros, otra distinta. Estas divergencias se denominan polimorfismos, y cuando se encuentran en genes codificadores se pueden traducir en proteínas "algo diferentes" a las comúnmente encontradas, variando también su funcionalidad (una mutación es un caso extremo que afecta drásticamente a una proteína que puede ser letal para el individuo).
en elaboracion
 
Hasta el momento se han determinado '''1.4 millones de polimorfismos''', variaciones que seguramente hacen parte de la explicación de por qué las personas son diferentes unas de otras, por qué algunas personas son más susceptibles a unas [[Enfermedad|enfermedades]] que a otras, o reaccionan alérgicamente a determinados alimentos o drogas. Todos los humanos son básicamente iguales: tienen una unidad genética de especie, lo cual refleja el común origen africano, pero poseen también la suficiente variabilidad para poder diferenciarse unos de otros. Las diferencias que se aprecian entre las distintas poblaciones humanas se deben al proteoma, a la acción de las proteínas en su interacción con las condiciones ambientales particulares de un individuo. Este hecho es un mentís para aquellos que creen en la superioridad racial de unos pueblos sobre otros.
 
No es raro que funcionarios del actual gobierno norteamericano, como John Ashcroft, fiscal general, sostenga que "''los negros, los asiáticos, los orientales, los hispanos, los latinos y los europeos del Este carecen de disposición para la democracia''"<ref>{{Cita libro|apellidos=Weinberger|nombre=Eliot|título="Un cup d`etat toujours abolira le hasard"|año=2001|editorial=El Malpensante}}</ref>. Indudablemente existen diferencias étnicas y culturales entre los distintos grupos humanos, pero ellas son '''insignificantes a nivel genético''', donde las personas son casi idénticas. El odio racial no puede ya justificarse ni racionalizarse a partir de las pequeñas distancias genéticas.<ref>{{Cita publicación|url=http://www.marxist.com/human-genome-socialism160201.htm|título=What the human genome means for socialists|apellidos=Woods|nombre=Alan|fecha=16 de febrero de 2001|publicación=Marxist|fechaacceso=23 de octubre de 2022}}</ref>
[[Archivo:Istockphoto-185711293-612x612.jpg|miniaturadeimagen|Mosca de la fruta]]
Los estudios comparativos del genoma humano con los de otros organismos vivos han mostrado que algunos genes humanos parecen haberse originado por transferencia horizontal (el paso de genes desde progenitores a descendientes, se llama transferencia vertical) desde las bacterias hacia los vertebrados en algún momento de la evolución del linaje al cual pertenecen, constituyéndose este hecho en la prueba más poderosa que valida totalmente la '''teoría de Darwin'''. Además, los investigadores han encontrado datos tan sorprendentes como que 60% de los 289 genes conocidos hasta ahora asociados con enfermedades de naturaleza genética en los humanos, tienen sus equivalentes en la mosca de la fruta y que alrededor de 7 mil (50%) de todas las proteínas de ese insecto son similares a otras proteínas de mamíferos. Por ejemplo, uno de los genes de D. Melanogaster, que tiene una contraparte humana, es el llamado p53, gen que actúa como supresor tumoral y que cuando se hace anormal permite que la célula se vuelva cancerosa.
 
En condiciones normales el '''P53 hace parte de una vía molecular que induce el "suicidio celular"''' o apoptosis cuando las células sufren daño genético irreparable. Un grupo de científicos encontró que en la mosca de la fruta la proteína P53 cumple una función similar a la versión humana. Hallazgos semejantes se han registrado en otros tipos de organismos cuando se comparan sus proteomas con el proteoma de los mamíferos; por ejemplo, más de 90% de las proteínas hasta ahora identificadas en el ratón de laboratorio son similares a las proteínas humanas correspondientes<ref>{{Cita publicación|url=https://www.jstor.org/stable/26058788|título="The  ́other ́ genomes"|apellidos=Karow|nombre=Julia|fecha=1 de julio de 2000|publicación=Scientific American|volumen=283|número=1|páginas=50 - 55|fechaacceso=23 de octubre de 2022}}</ref>. Estos conocimientos abren la inmensa posibilidad de utilizar organismos sencillos y fáciles de cultivar para entender las modificaciones moleculares y las influencias ambientales que subyacen en muchas de las complejas enfermedades humanas. Además, esos modelos podrían permitir el desarrollo de precisas técnicas de diagnóstico, así como el diseño de moléculas con carácter terapéutico.
 
== Otras voces ==
 
* [[Clonación humana|Clonación Humana]]
* [[Genoma humano]]
*[[Proyecto Gran Simio]]
 
== Referencias ==

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